Es la vida una fiera encrucijada,
va al galope cuan potro encabritado,
poco a poco el farol queda apagado
para entrar en la noche improvisada.
Con los años la mente despejada
va entrando en el recuerdo más calmado,
la gente que de niño te ha mimado
en la tierra marchita está enterrada.
Por fin cuando el cabello se blanquea
y las arrugas muerden el espejo
te das cuenta de aquello que no has hecho.
Aunque el cuerpo cansado ya flaquea
y descubres que has llegado a viejo,
continúa y vive, ese es tu derecho.
© Santiago Liberal Publicado el día 5 de noviembre de 2024
0 comentarios