Detrás de una pancarta
la esperanza es una fiesta.
Juntos hombres y mujeres,
de la mano, sin contiendas,
por un mundo mejor,
que sea promesa y apuesta.
Enfrente, en rincones pétreos,
la violencia se abre paso
con el viento de la ira
y el diluvio del fracaso.
Transita huellas profundas
que antes otros caminaron,
y en el atajo cobarde
del despecho y la barbarie,
los gritos, son sarpullidos,
los golpes, maldito alarde,
y en el suelo otra mujer
da de bruces la falacia,
sobre el suelo del desdén
y el barro de su desgracia.
La mañana se derrama
en el cristal de las miradas.
Las llagas, son grietas amplias,
las lágrimas, hondas cascadas,
y ella oculta la porfía
en los brazos de una prole
que acicala su agonía.
Detrás de una pancarta,
juntos, mujeres y hombres,
por las calles, como guía,
cuando el sol es menos sol
y el aire huele a poesía…
loarán bailes, proclamas,
batukadas, briznas de afecto
y de vida…
¡Detrás de una pancarta,
somos causa compartida!
© Joseba Sasía
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1 comentario
Manoli · 25/11/2024 a las 14:54
Buen poema