he seguido el reguero
de tus huellas Pierre Loti
como un acólito extranjero
fiel al instinto que le guía
he fundido mis pasos a los tuyos
hasta alcanzar
la cima de tu colina tomada
por muertos
y gatos
no
no es tan distinto el aire
que respiramos
un rayo de sol atraviesa
denso ramaje
por la pendiente rueda
la soledad
vigila lápidas
con fechas alegres y tristes
y a uno y otro lado
del cuerno de oro
se mezclan llamadas a la oración
unas
como ecos de las otras
© Roberto López San José
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