Amante impío de la luna
que dispone su montura,
sobre el jamelgo estrellado
del sigilo y la impostura.
Abre las puertas del tiempo
y en el receso constante
del que busca en una excusa
el cubil de los desdeños,
se hace asiduo del desdén,
en la taberna de los sueños.
¡Sírveme cantinero…
una copa de licor
del que guardas con esmero,
para olvidar que mañana,
entre dimes y diretes,
volveremos por los fueros!
Me llaman necio, parnaso,
porque amanezco de noche
cuando transita el ocaso,
y me despierto de día,
cuando el sol, es menos sol,
y el aire huele a poesía.
¡Sírveme del ojén…
que me aturde por fuera
y me calma por dentro,
mientras ahuyento los demonios
que me salen al encuentro…!
Lo que pude ser
y nunca fui;
las promesas incumplidas;
los besos
que nunca le di;
las caricias robadas
en mesetas y alcazabas;
mi disfraz de gaviota
que con alas, no volaba;
silencios que fueron voces
y pláticas
que fueron nada…;
gestos que ponen rumbo
sin importar las amuras
y trajes que hilvanamos,
sin zurcidos, ni costuras;
trigo que se hizo pan,
y pan si acaso migas;
la carta que la escribí
cuando me fui de su vera,
y que llevo puesta en mi otoño,
aunque sea primavera….
Apuro a tientas el néctar
que perturba y que embriaga,
y con el gesto conforme
del que ni dice, ni calla,
le digo adiós a esta farsa.
¡Hasta mañana bodeguero…
Sobre la mesa ocre y ajada,
te dejo las dos monedas
como pago a mi demanda!
Mientras busco entre las sombras
el umbral de la morada,
los duendes encienden velas,
lucernas en las ventanas.
Desnuda espera la pluma
recostada en una página,
sin importar que la vean
los pechos de enamorada.
Antesala del poeta…
que la viste de palabras.
Cuando el sol, es menos sol,
y el aire huele a poesía,
con la sed hecha jirones
y las musas que saludan
en el pretil de los balcones,
a la taberna de los sueños,
volveré, por mis rincones.
¡Sírvenos tabernero…
una copa de licor
del que guardas con esmero,
mientras recito un poema
que me sale del alma
y que en prenda, te dejo!
¡Brindad conmigo, quijotes,
en la taberna de los sueños…!
© Joseba Sasía Publicado el día 24 de agosto de 2024
Continúa leyendo la obra de este autor
0 comentarios