Son muy antiguas
las heridas marcadas
de los hombres,
las pieles con cicatrices,
las miradas rotas.
Están al borde del suicidio
y las gargantas dando gritos.
Las bayonetas montadas,
los fusiles oliendo
el humo repartido.
Recuerdo el silencio
de las vidas que partieron
en tanta guerra inútil,
gentes mutiladas y aun
continúan algunos
tirando de machete.
Son muy antiguas
las heridas llevadas
por los hombres
y cada cierto tiempo,
sangran.
© Santiago Liberal
0 comentarios