Te he mirado…
porque me fascinaron
tus ojos,
ni te percataste de que
eso se produjo.
Me lancé a conquistarte,
pero me frenaron
las gotas de lluvia que,
tan solo fueron dos.

Relámpagos lejanos,
en el horizonte,
truenos cercanos
por poniente
lo que estimularon
mis deseos.
Entonces… de pronto
escuché tu voz
y sonaron trompetas.
¡Qué pasión!
¡Qué momento!

Te amé en silencio
y recorrí tu cuerpo,
parte a parte,
beso a beso
como si se tratara…
de un verso.
Y para nada
un intermedio.

© Miren Palacios  Publicado eñ día 17 de agosto de 2024

LECTURAS -439
VISITAS HOY 5
VISITAS TOTALES LA BUENA LETRA 112799
Categorías: POESÍA

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *