A tus cosas…
de frente a la rutina
que ralentiza los soles bajos
y perpetúa el espacio inocuo
de madrugadas indiferentemente
grises,
permaneces férrea
a los remos, de cuatro paredes
clavadas al abismo, de un mar
sin olas, sin viento,
sin fondo, sin puerto.
A tus cosas…
Estancias de piel curtida:
¡Povisas…!
Vestidos de urdimbres sórdidas:
¡Hilvanes…¡
Viandas, al fuego lento,
de apetitos y entretiempos:
¡Transidos…!
A tus cosas…
¡Qué no lo fueron…!
Si acaso, fueron las mías…
A tus cosas…
¡Qué no lo son…!
Si acaso, son compartidas.
Por seguir a mi lado,
taponando las heridas trémulas
de mi sazón,
mientras manas a borbotones
por las tuyas,
recibe en pago este poema,
que me nace del alma
y me corre por las venas.
A tus cosas…
¡Qué no lo serán…!
Si acaso, serán las nuestras,
con la ofrenda de mí siempre
y, la que tú, me demuestras.
En la quietud y en la tormenta,
en el deleite y en la pena.
¡Gracias compañera…
por quedarte en mi otoño,
cuando fuimos primavera…!
© Joseba Sasía Publicado el día 5 de marzo de 2024
3 comentarios
Elena · 06/03/2024 a las 20:15
¡Qué bonito Joseba!
De nuevo me vuelves a sorprender con tu instinto de poeta.
No dejes nunca de escribir y…por Dios… ¿Dónde puedo comprar tus libros?
Saludos
Iratxe · 06/03/2024 a las 02:40
Homenaje valiente y sin tapujos para un día tan especial.
La igualdad es un arcoiris maravilloso, muy alejado del carácter monocolor que se empeñan algunas y algunos en ofrecernos como pócima mágica y necesaria.
Mujeres y hombres, hombres y mujeres, en definitiva «personas», juntas por la promoción y la tutela de la igualdad.
Gracias poeta, por visibilizar y ornamentar tan bien, este reto.
Iratxe · 05/03/2024 a las 19:37
Forma elegante, valiente y preciosa de homenajear a una mujer trabajadora, sin excesos, fronteras, ni parafernalias sesgadas. Poesías como ésta, alegran mi fe en la igualdad y reconfortan mi alma de mujer. Gracias poeta.