Escucha aquí «La princesa congelada»
Ella llegó anegando de amor
los bellos corazones
de quienes con ilusión la esperaban
tras nueve meses de gestación.
Sus ojos fueron dos luceros,
sus manitas se perdian en las de ellos,
sus pies almas sin pisar suelo,
su cuerpito un abrazo tierno.
Ella era la princesa de la casa
todo se llenaba con su olor,
sus balbuceos música celestial,
sus lágrimas perlas de mar
Tras pasar el tiempo…
Las estanterías con muñecas rotas,
los cuadernos sin hojas blancas,
los zapatos con suelas ajadas.
Profesionales de bata blanca,
estudios con gráficos incomprensibles,
lágrimas saladas sazonadas de dolor
autismo le diagnosticaron
a la princesa congelada.
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©Manoli López Publicado el día 25 de mayo del año 2024
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