Si le pregunto a los recuerdos
que se esparcen en silencio
en la quietud del pasado
y el suceder de mi tiempo,
por las caricias de papel
que te posaba en mis versos,
los recuerdos me responden:
¿Por qué añoras…?
Si le pregunto a la nostalgia
de la prisa que se fue
y de la calma que dejaste,
por los lapsos que te di
y por los que tú me robaste,
la nostalgia me responde:
¿Por qué lloras…?
Si te abrazo por las noches
me despiertan las auroras,
si te vas y no te tengo
me encarcelan las horas,
prisionero de unos besos
que te mando entre las rejas,
cuando te miro
y te alejas…
Le pregunto a la cancela
que me encierra en su negrura,
cuando te miras desnuda
de desdén y de amargura,
y la cancela me responde:
¿A qué esperas…?
si en su celda ya no hay llaves,
para que entres sin llamar
y te salgas, cuando quieras.
Me despierto entre las huellas
del paisaje de tu cuerpo
y le pregunto a la mañana
por el destino que clama,
en la ventana del sol
que desnudo se derrama.
Vuelan bajo las calandrias
y entre la luz y el relente
que acicalan tus cabellos
cuando te sueño de frente,
me imagino que respondes:
¿Acaso, no fui mayo,
rosal, afluente, quimera…?
¡Hoy si quieres, seré otoño,
porque fuimos, primavera…!
© Joseba Sasía Publicado el día 11 de junio del año 2024
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