Ilustración, «el alarido de las manos»
Autor : Sebastian Martinez, Córdoba Argentina
Son mis manos preámbulo de esa muerte,
con sus miedos tal carga de todos los destinos,
son sus pieles y callos los insultos de los santos,
se dibujan en sus palmas las líneas de los laberintos,
las dudas y tormentos de la sangre derramada,
“El que a fierro mata a fierro muere”
en el silencio perpetuo de todos los infiernos,
hallase la payasesca culpa enredada en sus jemes.
la locura de los huesos encerrados en sus carnes.
Y mi mano derecha y mi mano izquierda,
entrelazadas follándose con sus gritos y oraciones,
fecundando letras y dibujos y estrofas y lémures,
cantos de dolor y risas en las noches paganas,
herejes manos penetradas entre sí, ¡Gozando!,
manchadas de tintes negras y colores oscuros,
empapadas en los alcoholes de solventes y aceites,
vestidas con trapos para fregar sus fríos.
Y al tomar mi sexo con las brutas palmas
asfixiando al mismo falo herido y raso,
suben y bajan, acarician y devoran la masa erecta,
son sus uñas los dientes de la bestia desnuda,
hambrienta del anhelo y su utopía,
báñense en los líquidos blancos y ardientes,
a la boca en sus yemas el demencial pensamiento,
envueltos los apéndices en las mugres del escarnio.
Hirientes zarpas sobre las telas de encaje,
con sus panzas llenas de furia y desdén,
vierten su llanto y sus mares arrancando al propósito
las ternuras y delicias que le son ajenas,
disfrazadas con guantes de terciopelo,
simulan los amorosos tactos recitando impropios,
dejando sus huellas de andares inciertos
sobre la piel enamorada y entregada a sus pasos.
Mendigas de monedas y panes duros,
son ratas indiferentes y enfermas a la caza
del trozo vivo en los escondrijos y basurales,
que alimenten al estómago hinchado de hambre,
ladronas manos entre los espantos del designio,
tejedoras en el aire de los goces que vendrán,
son su paraíso a la vera de los dioses,
son su tártaro a la vera de la incógnita.
Y en sus centros las piezas de ajedrez
se mezclan en el desvarío de la duda,
sobre el tablero se nutren la vida y la muerte
rendidas a los favores de las celdas,
juegan a sus prendas y otras rondas
con sus bailes y movimientos y trampas,
escarban las manos en la tierra infértil
las tumbas sin nombre de los condenados reyes.
Pasan las páginas del libro de dedal en dedal,
revelando sus palabras ocultas y marginales,
nacen de mis manos otras palabras y figuras
sobre la bonhomía de las hoja virgen,
cual lábaro certero la pluma alzada
graba sus instintos y alusiones atroces,
rompiendo los tiempos pasados y olvidos
al salvaje alarido de mi corazón.
1 comentario
Susana Moreno Prieto. · 10/07/2023 a las 10:58
Es un honor poder leerte y disfrutar de tu arte. La bestialidad de tus letras llevándonos a tus profundos de esta manera. La fuerza y belleza de tu ilustración.
Una maravilla Sebastián Martínez. Gracias.