Y aquella luz se fue : MªJosé Sobrino

Eran las cuatro de la tarde y, como siempre, Montse y yo íbamos camino de abrir un par de sonrisas en la «Casa de la Esperanza». Cansancio, sudor… pero conforme nos acercábamos, ahí estaba nuestra vieja amiga, callada, absorta, pero inquieta, intentando hablar desde el vacío de su silencio, un silencio quebrado Leer más…

El siglo que viene : Mª José Sobrino Simal

Me despierto, ¡dios, dónde estoy! ¡Estoy metido en una urna de cristal! Se activa una alarma, empiezo a dar golpes por todos lados, ¡socorro, socorro! Veo que vienen las enfermeras y médicos, pulsan un botón y la urna se abre. —Pero, ¿qué hago yo en un hospital? No recuerdo nada. Leer más…

Una tarde por Granada : Maria José Sobrino

Paseando por una de las calles de Granada, te detuviste frente al escaparate de la vida en la tienda de la amistad. En un rincón, encontraste lo que buscabas. Revisaste en el bolsillo de tu imaginación, pero no llevabas las monedas de la hipocresía ni del cinismo. Charlie, el hombre Leer más…

Poeta en Nueva York (A Federico García Lorca) : Mª José Sobrino Simal

El manto cristalino y brillante del agua de la que hablas, que corra, no quiero que pare, que siga corriendo por la ruta de la vida, que no se estanque en la nada, que no muera, que renazca cada día entre los dedos de nuestros caminos. Esa tu luna, no quiero imaginarla Leer más…

La voz : Mª José Sobrino Simal

– ¡Vaya… por fin ha llegado!Nuestro amigo se queda sorprendido mirando hacia todos lados.– No busque, sólo soy una voz perdida en el tiempo, no me encontrará.– ¿Me está hablando un fantasma?– Llámeme como quiera, y… por favor, ¡sígame!, le están esperando.– ¿Esperando?, ¿a mí?, ¿quién?– ¡Sígame!– ¡Pero cómo le voy a Leer más…

La Fuente das lágrimas : Mº José Sobrino Simal

Era una tarde gris de lluvia. Regresaba de la Iglesia de Santiago después de restaurar las pinturas de los dragones del ábside, identificado como el dragón apocalíptico de las siete cabezas. Fue un trabajo tan arduo como placentero para mis ojos y mis manos. Volvía con la satisfacción de la Leer más…

La Dama de gris : Maria José Sobrino Simal

Asombroso cuando llegué a aquella ramblita. El cielo vestía de gris, y la ciudad parecía dormir. Les veía de reojo, a lo lejos, bien altos y robustos, con hermosos brazos, parecían quietos, tranquilos. Pero, conforme iba entrando comenzaban a murmurar unos con otros. Ciertamente intimidaban, pero yo seguía andando. Ahora Leer más…

La sonrisa de Dylan : M.ª José Sobrino Simal

¿Alguna vez querido lector se ha preguntado lo que hubiera ocurrido en su vida si la diferencia en algún hecho variase unos segundos? Bien,  para ello nos fijaremos en un día cualquiera de Dylan,  nuestro personaje. Suena el despertador,  arrastra sus cansados pies hacia el baño donde un triste espejo Leer más…

EL HOSPITAL : María José Sobrino Simai

Me despierto, intento incorporarme. ¿Dónde estoy? Es la camilla de un hospital. Me levanto. Una botella de suero medio vacía colgando al lado de la cama. Las sábanas están como manchadas de sangre ¿Qué hago yo aquí? ¿Qué me ha pasado? No veo a nadie. Abro la puerta de la Leer más…